Las etapas del Duelo

El duelo es conocido como una respuesta natural y universal del ser humano ante la “pérdida” de algo o alguien. Por ejemplo la pérdida del empleo, un objeto, o bien de una persona o relación significativa y lo conforman aquellos sentimientos, reacciones y cambios que acontecen durante el proceso de cicatrización de la herida por la pérdida de un ser amado.

Cuando hablamos de duelo por la muerte de un ser querido, hablamos de una serie de factores y situaciones en torno al duelo y la persona que lo vive, ya que la muerte de una persona conlleva un cambio radical y muchas veces inesperado. Quienes se quedan o continúan viviendo enfrentan un panorama lleno de presiones, decisiones importantes a tomar, las cuales muchas veces se dan de manera rápida. 

Cuando se tiene una relación estrecha con la persona que muere, el dolor es mayor, los dolientes necesitan de mucha contención, atención y consideración de aquellos que les rodean ya que el dolor no se puede evitar y para lograr superarlo y continuar se debe dar un último adiós, despedirse y continuar con la vida aunque esto sea algo que no suceda de la noche a la mañana. 

La tarea o proceso de sanación se da gradualmente hasta completar el ciclo, si el dolor perdura por demasiado tiempo, se puede volver un duelo complicado. Respecto a esto algunos estudios revelan que la mayoría de las personas no requieren de apoyo psicológico para superar la pérdida pero aquellos que presentan un duelo prolongado requieren apoyo especializado y fluctúan entre el 8% y 10%

Los esquemas sociales y culturales tienen una fuerte connotación en la manera en como miramos la muerte, por un lado, puede ser considerada como una parte natural y normal del ciclo de la vida, de tal forma que el duelo sea vivido de manera natural.

Por otro lado, puede ser que la muerte sea asimilada como una gran tragedia, lo cual nos ocasiona un trauma, generando una serie de cuadros físicos con somatizaciones (dolores de cuerpo, cabeza, contracturas, etc); infecciones, algunas enfermedades, etc. Lo que ocasiona que a las personas les cueste mucho más reorganizar su vida y sobreponerse al dolor.

La Dra. Nancy O´Connor nos dice, que si se permite que la elaboración del duelo siga su curso natural, se puede anticipar un marco característico de tiempo, cuyos pasos serían los siguientes: 

  • Etapa I: Ruptura de los antiguos hábitos. 

Puede durar desde el día del fallecimiento hasta ocho semanas.

  • Etapa II: Inicio de reconstrucción de la vida. 

Usualmente se da ocho semanas después de la pérdida hasta el año. 

  • Etapa III: Búsqueda de nuevos objetos que representen amor o amigos. 

A partir del primer año hasta dos años después del fallecimiento. 

  • Etapa IV: Terminación del reajuste

Luego de los primeros dos años.

Es importante tener en cuenta que el tiempo por sí solo no curará, pero la duración del proceso del duelo ayudará a recuperar la entereza, si es que se da la oportunidad de experimentar y sentir lo que sea necesario para liberar al ser querido y proseguir con la propia vida. 

“El temor a la muerte, señores, no es más que pensar que uno es sabio cuando no lo es; quién teme a la muerte se imagina conocer algo que no conoce. Nadie puede decir que la muerte no resulte ser una de las mayores bendiciones para un ser humano; y sin embargo, los hombres le temen como si supieran que es el mayor de los males.”

  • Sócrates.

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