Duelo por una pérdida repentina

La muerte es ese sitio atemporal a dónde nos dirigimos todos, algunos más rápido que otros pero cada quien a su paso. No obstante, cada ser humano encamina su marcha hacia el mismo lugar. Al inicio de la vida no es común ser conscientes de que en algún momento terminará.

Conforme el tiempo inconscientemente vamos madurando la idea y observando que todo en la vida tiene un ciclo, entonces descubrimos que nosotros los seres humanos habremos de tener un fin. 

Pero, ¿Qué sucede en el intermedio? ¿Qué sucede cuándo la idea de la muerte es parte de nuestros pensamientos? La realidad es que nunca estamos preparados ni siquiera cuando la persona ha estado enferma durante largo tiempo, o cuando nos comunican que el tiempo será corto. La noticia del fallecimiento siempre es repentina, no por su naturaleza temporal sino porque ante la nueva ausencia, no se sabe cómo reaccionar. 

La mente, la emoción y el cuerpo comienzan a experimentar el duelo en un proceso que comienza inmediatamente tras la noticia y culminará en la aceptación de la nueva realidad. ¿Cuánto tiempo llevará? No hay un tiempo preciso, ni una guía que se ajuste para todos, ya que es una experiencia totalmente personal. 

Sin embargo para aquellos que han vivido una pérdida repentina, el duelo es un proceso más complejo, ya que la mente comienza a inundarse de incontables “hubiera”, sobre todo “si hubiera sabido…”, las emociones llegan y se superponen unas a otras, entretejiendo una red indescifrable que confunde aún más los pensamientos. El cuerpo inmerso en este proceso termina agotado, “adolorido”, porque aquello que la mente no puede procesar se manifiesta físicamente. 

Es por eso que si te has enfrentado a este proceso, tal vez puedas reconocer algunos de los siguientes puntos:

  • Impacto por la noticia o estrés post traumático:   Cuando la muerte es repentina por un accidente, enfermedad fulminante, etc. Recibir la noticia conlleva una descarga emocional y mental, que requiere de atención especializada para reacomodar las impresiones, de lo contrario la persona podría llegar a experimentar estrés post traumático, es decir, “revivir” la descarga emocional y mental, cada vez que experimenta algo similar incluso al escuchar las noticias, una conversación, ver una película, etc. 
  •  Reacomodo de la vida: Los expertos coinciden en que en la mayoría de los casos, la parte más difícil del duelo es enfrentarse a la vida cotidiana sin la persona fallecida. Ya que implica un cambio en la conducta y en el proceso de la vida en general. Significa “dejar de ser y hacer” porque “alguien” ya no está.
  • Liberación de los planes, sueños y expectativas: Uno de los puntos más importantes para poder reajustar por completo la rutina es el dejar atrás aquellos planes, sueños y expectativas que teníamos con quién se ha marchado. Por ello es importante permitirnos sentir el dolor que eso causa y crear nuevos planes a partir de la situación actual.
  • Cerrar el ciclo: Dentro de los procesos de duelo es importante tener un “cierre”. En muchos casos a las personas les cuesta trabajo “soltar” a quien ya partió, debido a que creen que esto es “comenzar a olvidarlos” o “dejen de importar” y en ese sentido se aferran al dolor, creyendo que esto los mantendrá cerca de esa persona. Cerrar y soltar, no es olvidar sino dejar que ocupen su lugar en la nueva reconfiguración de la vida. 
  • Aceptación de la nueva realidad:  Finalmente llegamos a la conclusión del duelo, cuando la persona comprende que aún en la ausencia puede seguir amando o sintiéndose cercana a quien ya murió, sin seguir sintiendo dolor para ello. 

Dentro del duelo, siempre es importante considerar que no importa cuánto tiempo haya pasado desde la fecha de la pérdida, es posible que aún después de muchos años el proceso no haya culminado. 

Es importante observar nuestras emociones, sensaciones y pensamientos al hablar del duelo, ya que esta será nuestra brújula para saber en qué parte del proceso nos encontramos. 

MPE. Mónica Gutiérrez

Comparte en tus redes sociales:

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *